La música y el cine tienen una relación muy estrecha, y es común ver cómo se complementan en muchas producciones audiovisuales. Dentro de ese universo existe un tipo de música muy particular: la que se utiliza en publicidades. La música publicitaria debe ser capaz de llamar la atención de los consumidores, con un ritmo pegajoso e inolvidable, que se quede en la mente y provoque la compra del producto promocionado. Y para lograr esto, los arreglos musicales son fundamentales.
Los arreglos musicales son la forma en que se organizan, combinan y modifican los diferentes elementos que conforman una pieza musical, tales como melodía, armonía, ritmo, dinámica, timbre, entre otros. Un buen arreglo musical permite que los diferentes elementos que componen una canción trabajen juntos para crear una experiencia auditiva cohesiva y emocional, que conecte con el público. En el caso de las publicidades, los arreglos musicales deben ser especialmente cuidadosos para lograr el impacto deseado.
El primer paso para hacer un arreglo musical exitoso es conocer al público al que va dirigido. La música debe estar diseñada para atraer al segmento de mercado específico que la publicidad está destinada a alcanzar. Por esta razón, es importante investigar y analizar los gustos y preferencias del público objetivo, así como su demografía. Es decir, si se trata de un producto para jóvenes, un arreglo musical que contenga elementos de música electrónica será más adecuado que uno que tenga elementos de música clásica.
Una de las mejores maneras de crear un arreglo musical memorable es usar melodías simples pero pegajosas. La simplicidad permite que la canción sea fácilmente recordada y reconocida, mientras que la pegajosidad asegura que la canción se quede en la mente de los consumidores, para que puedan recordarla más tarde. Además, puedes utilizar frases repetitivas y estribillos fáciles de cantar, ya que esto permitirá que los oyentes se identifiquen más fácilmente con la canción y la marca.
La música es una herramienta poderosa para crear emociones en los oyentes. Por lo tanto, debes trabajar en crear una atmósfera emocional adecuada para el producto que se va a promocionar. Si es necesario, puede ser útil crear un moodboard o una lista de palabras clave que describan la idea que se quiere transmitir. Luego, elige los elementos que mejor se ajusten a esta idea, como el tempo, el uso de instrumentos específicos, o la modulación. Todo esto ayuda a que la música evoque la respuesta emocional deseada en los consumidores.
El ritmo de la música es una herramienta fundamental para captar la atención de los oyentes. El cerebro humano se siente atraído por los patrones rítmicos que son simétricos y repetitivos. Un ritmo envolvente y pegajoso te ayudará a mantener la atención de los oyentes durante más tiempo, y los incitará a cantar, bailar o simplemente moverse. Lo importante es que todo el ritmo se sienta coherente y tenga un objetivo claro en la canción.
Otro aspecto importante en los arreglos musicales es la instrumentación. Cada instrumento tiene su propio carácter y habla un lenguaje particular, y es importante elegir aquellos que ayuden a transmitir la idea y el mensaje que se quiere comunicar. Por ejemplo, un tono ligero y alegre puede ser logrado con la inclusión de instrumentos de cuerda, mientras que un tono más pesado puede ser creado mediante la inclusión de instrumentos de viento. Todo esto dependerá del tipo de producto que se esté promocionando y de las emociones que se quieran transmitir.
Finalmente, la mezcla y la producción son elementos esenciales en los arreglos musicales, ya que pueden hacer que un arreglo suene profesional o amateur. Por esta razón, es recomendable trabajar con un ingeniero de sonido profesional para obtener el mejor resultado posible. La mezcla y la producción garantizarán que el arreglo suene claro, equilibrado y coherente. Las voces y los instrumentos deben ser cuidadosamente equilibrados para asegurar que todos sean claramente audibles y se complementen mutuamente.
Los arreglos musicales son un ingrediente clave para crear una publicidad exitosa. Deben ser cuidadosamente diseñados para capturar la atención del público objetivo, transmitir una emoción específica y conseguir una respuesta en los consumidores. Para lograr esto, es importante tener en cuenta la instrumentación, la melodía, el ritmo y la mezcla. Cuidar todos estos elementos permitirá crear una canción memorable que se quedará en la mente de los consumidores durante mucho tiempo.